lunes, 11 de abril de 2011

¿Amor o ganas?

¿Hay diferencia en la forma de encarar la maternidad y paternidad, con todo lo que esto implica de por vida, según si lo que nos lleva a traer hijos al mundo es el ansia de dar amor o las ganas de que nos amen incondicionalmente?

El amor es inagotable.

¿Qué pasa cuando las ganas se terminan?

¿Pretendemos que los hijos tengan teclas de apagado? ¿Podemos pasarnos toda la infancia de nuestros hijos anhelando que crezcan de una buena vez así volvemos a ser libres?

Sepámoslo de una buena vez, la maternidad NO tiene fecha de vencimiento!

¿Que es lo que tendría que ser primero? ¿El huevo o la gallina?

¿Nuestros hijos nos tiene que amar y tienen que ser una fuente inagotable de amor hacia nosotros? o ¿somos nosotros, los que decidimos seguir con el embarazo o buscarlo los que tenemos que nutrir con NUËSTRO amor a esas criaturas indefensas?

¿Se puede revertir esa sensación de que “no nos aman lo que merecemos” teniendo hijos?

¿Solo porque creemos que deberían darnos amor por haberles dado la vida?

¿Les dimos una vida amorosamente vivenciada o solo los mantuvimos esperando? (que terminemos de hablar por teléfono, de ver un partido o una novela, de cocinar, de limpiar, de ordenar el desorden porque lo hacemos mas rápido y no les enseñamos a ser responsables-así podemos volver a quejarnos-, que termine nuestro próximo embarazo, etc)

Cuando nos planteamos procrear, mas allá de que todas las razones son validas, ¿que es lo que nos lleva a hacerlo?

Lo “”””ideal”””” seria que en una pareja , en una familia o una persona sola, fluya el amor y la necesidad sea el poder compartirlo con alguien mas, indefenso y absolutamente necesitado de ese amor y los cuidados básicos (disponibilidad las 24 horas, calor, abrazo, leche, movimiento, amparo).

Así, es muy posible que muchos de los malos tragos respecto a lo que creemos que debería ser “tratar con criaturas caprichosas, berrincheras, insoportablemente demandantes e insaciables” puedan ser prevenidos y por que no evitados.

Porque nuestros hijos son nuestro mejor reflejo, solo tenemos que ser capaces de poder ver lo que nos muestran y no caer en la tentación de convencernos o mejor dicho, de dejarnos convencer por los demás (los que se interesan en separar, desconectar, disgregar y así reinar, por ejemplo) de que la mejor opción para la crianza es entrenar a nuestras almitas indefensas para el despiadado y competitivo mundo real.

Porque el mundo es frustrante y se tienen que enterar y acostumbrar a ser frustrados en sus necesidades LO ANTES POSIBLE, así les va a ir mejor en la vida……???????

En una serie televisiva estadounidense que se llamaba Seinfield (o algo así) que era referida a un cómico de stand up con serios problemas para relacionarse con el mundo en Gral. y las mujeres en particular, siempre terminaba los capítulos con un mini monologo… ¿hasta ahí nada que ver no?

Pero ahora viene lo relacionado con el tema:

El monologo empezada con algo así:

Humorista:- La gente que tiene hijos, en mi opinión lo hace porque esta cansada de lidiar con los demás y dice:- Se van todos a la mierda, yo me hago MI propia gente y no necesito a nadie mas!!

(puede no ser textual, pasaron varios años desde que vi esa escena, de hecho aun no tenia intenciones de ser madre cuando la vi.!)

La anécdota viene respecto a que… ¿Cuántas expectativas ponemos en esa vida que decidimos crear? (pero en el fondo solo tomamos la responsabilidad de traerla a este mundo)

¿Vienen a servirnos o nosotros somos responsables de su crecimiento y nutrición (en todos los sentidos que esto implica, emocional, alimenticio, etc)?

Algunas preguntitas nomas!


Eso si, todo se puede trabajar si nos vemos en la necesidad de cambiar la forma en que vivimos!