martes, 5 de octubre de 2010

La dificultad para verse en los espejos y resolver que hacer con el reflejo.

Mi propia experiencia como madre-mujer-hija, me lleva a tener serias dificultades respecto a ver mi imagen en los espejos. Diría mas bien que me fijo que la ropa este "correctamente" colocada y el peinado decentemente acomodado y ya... pero VER lo que se dice ver, no me veo.
Cosa de la negación le dicen, tengo un sobrepeso importante.

Pero no voy a hablar de ESE reflejo sino del que nos muestran nuestros hijos.

La maternidad o mejor dicho, el tener criaturas a cargo, casi siempre nos recuerda en mayor o menor medida nuestra propia vivencia infantil-juvenil... lo registremos o no.

Si tuvimos una buena experiencia, en gral. trataremos de mostrarles a dichas criaturas nuestros recuerdos y lo que aprendimos.

Si no fuimos felices-contenidos-amparados... ¿qué pasa?
Hacemos lo que podemos, como siempre... pero eso implica varias posibilidades:

  • Ante el dolor que nos producen los recuerdos (conscientes o no de que esto esta pasando) nos alejamos emocionalmente de estas criaturas "hasta que tengan una edad razonablemente cómoda, donde los trataremos como adultos sin beneficios". Dejándolos a su vez desamparados, siempre hablando del territorio emocional, pero por supuesto asegurándonos de que estén correctamente vestidos, alimentados y escolarizados.
  • Buscamos ayuda para transitar esta/s etapas de la mejor manera posible (y de paso sanar nuestras propias heridas a través del amor que nos devuelven ) Aunque eso implique momentos en los que nos toque cambiar la forma de ver a los que en su momento nos criaron y encontrarnos con su auto-critica o no. A veces los demás se sienten amenazados con nuestras elecciones, diferentes a las que ellos tomaron en su momento y hasta pueden criticarnos DURAMENTE, siempre por "nuestro bien".
  • Con nuestros propios recursos tratamos de pasar estos momentos, que pueden darse en alguna etapa en especial o en todo el camino hacia la adultez, lo menos traumático posible.
  • Se disparan todos nuestros mecanismos de defensa y vemos a estas criaturas como seres que nacieron para hacernos la vida imposible y sacarnos canas verdes, entrando en una guerra de deseos donde todo lo que hacen los chicos es un capricho a propósito, porque así son los pibes (siempre poniendo en el otro -en este caso criaturas indefensas- la responsabilidad de nuestro bienestar-malestar).
¡El futuro de la humanidad (no exagero) depende de como criamos a nuestros hijos y de como tratamos a nuestros semejantes!

Saber realmente que los adultos somos nosotros y como tales también capaces de lidiar con nuestro orgullo y balancear los costos-beneficios de tener una relación emocional coherente con los que trajimos o elegimos criar y dependen de lo que logramos transmitirles. (ejemplo clásico: tardamos 10 minutos en despedirnos de los vecinos y sus hijos porque no quieren dejar de jugar... ¿nos vamos a morir por 10 minutos? ¿tenemos menos autoridad? ¿vale la pena enojarnos todos el resto del día por 10 minutos???? ¿podemos encontrar la manera de que se separen con la promesa de repetir el encuentro para jugar? o ¿cualquier alternativa que les enseñe a ser responsables de poder volver o no a algún lugar?
Lo que es mas triste... ¿nos gustó ser chicos y vivir en el autoritarismo absoluto y sin explicaciones (ahora llamado adultismo) ??? ¿tanto lo disfrutamos que esperamos a ser adultos para poder hacerlo nosotros???
Se que es agotador tratar de mantener a todo el mundo contento siempre, o por lo menos la mayoría del tiempo, pero como todo es un ejercicio que con el tiempo si somos consistentes, ¡lo aprendemos todos y rinde sus frutos!!!

Podemos "capacitar" a nuestro entorno adulto y niño en lo que necesitamos para lograr algo de armonía ¡y es contagioso!!! (también es frustrante, por eso necesitamos ser constantes y consistentes).

¡Hay que trabajar la tierra para que podamos obtener la mejor cosecha posible!!!!!